El parlamentari se había abrazado eufórico a aquel jovenzuelo de pelo recogido en coleta que, con lágrimas en los ojos, le agradecía su voto favorable a la prohibición de las corridas de toros en territorio catalán. ¡Qué gran victoria por los derechos de los animales! Le espetó el joven. ¡Y por la identidad catalana! remachó el parlamentari, satisfecha del alto grado de conexión con las capas juveniles que su partido, CiU, estaba consiguiendo.
La fiesta dura poco. Es miércoles, y el chaval, Sergi, hijo de emigrantes andaluces, tiene que madrugar para estar pronto en su puesto en el peaje de la Autopista de la costa. Se va a la cama con la sonrisa en los labios, disfrutando de esta, su primera victoria en su aún corta biografía como activista político.
El parlamentari se acuesta algo más tarde. También está contento, pero deja algunos minutos para revisar sus asuntos, tranquilamente, al llegar a casa. Fresco, bajo el aire acondicionado, indispensable en las noches de verano en Barcelona, repasa las cuentas de resultados de ABERTIS, a cuyo consejo de administración pertenece y de la que posee un abultado paquete de acciones. Excelente. Los beneficios crecieron un 5%, hasta alcanzar los 335 millones de euros en sólo un semestre. Y todo eso a pesar de la crisis ¿O será precisamente gracias a la crisis?
El parlamentari reflexiona un momento sobre los saludables efectos que la crisis está teniendo sobre la economía: el abaratamiento del despido, la bajada de impuestos al patrimonio, la reducción del poder de los sindicatos... Sí. Sin duda, es por la crisis que su empresa gana más. Una nueva sonrisa aflora a sus labios. Ha sido un día perfecto, y las cosas seguirán mejorando cuando su partido apoye también la reforma laboral en el Congreso, en Madrid, donde el PSOE necesitará el apoyo de CiU para consumar el decretazo.
Por cierto, que el papel que han jugado los diputados del PSC que han apoyado la prohibición de los toros ha sido decisivo. Que bueno ese perfil progresista de los socialistas, se dice.
El parlamentari se duerme placidamente. En su mente, sus últimos pensamientos son para aquel joven que le ha abrazado a la salida del Parlament, y ya dormido, tiene un extraño sueño:
El ambiente es sofocante pero festivo, una música de verbena inunda el aire y una voz estridente y trasnochada, como de NODO, suena llenando el espacio: "...Precario y eventual, largo de formación y escaso de alternativas, el currito embiste con bravura contra el capote, rojo y gualda, que le muestra el diestro. El ejemplar, magnífica muestra de las ganaderías del Sur de España, se acerca a las tribunas de sombra, desde donde aplauden la faena los señores delegados de la Caixa, del grupo AGBAR y el honorable President. Ondean al aire las banderillas del IVA que zetapito, el niño de Valladolid, le ha clavado con maestría. Tres hermosos pases de pecho, dos descuelgues de convenio, un despido procedente y una hermosa media verónica en ETT, cierran una faena extraordinaria. Brilla el sol, y se acerca ya el picador sobre la arena..." el toro mira, debilitado y confuso al durmiente parlamentari. Es Sergi, el chaval de la coleta, pero en el sueño no sabe que es un toro, ni que lo están toreando. Lejos de sentirse culpable, el parlamentari, para quien el chaval al que ha abrazado es sólo un número más en las cuentas de ABERTIS, se vuelve en la cama y sigue soñando.
Sergi también duerme.
NOTA: que no se lie nadie. Me preocupa tanto la desigualdad y la explotación que no se lo que opino sobre las corridas de toros.
La fiesta dura poco. Es miércoles, y el chaval, Sergi, hijo de emigrantes andaluces, tiene que madrugar para estar pronto en su puesto en el peaje de la Autopista de la costa. Se va a la cama con la sonrisa en los labios, disfrutando de esta, su primera victoria en su aún corta biografía como activista político.
El parlamentari se acuesta algo más tarde. También está contento, pero deja algunos minutos para revisar sus asuntos, tranquilamente, al llegar a casa. Fresco, bajo el aire acondicionado, indispensable en las noches de verano en Barcelona, repasa las cuentas de resultados de ABERTIS, a cuyo consejo de administración pertenece y de la que posee un abultado paquete de acciones. Excelente. Los beneficios crecieron un 5%, hasta alcanzar los 335 millones de euros en sólo un semestre. Y todo eso a pesar de la crisis ¿O será precisamente gracias a la crisis?
El parlamentari reflexiona un momento sobre los saludables efectos que la crisis está teniendo sobre la economía: el abaratamiento del despido, la bajada de impuestos al patrimonio, la reducción del poder de los sindicatos... Sí. Sin duda, es por la crisis que su empresa gana más. Una nueva sonrisa aflora a sus labios. Ha sido un día perfecto, y las cosas seguirán mejorando cuando su partido apoye también la reforma laboral en el Congreso, en Madrid, donde el PSOE necesitará el apoyo de CiU para consumar el decretazo.
Por cierto, que el papel que han jugado los diputados del PSC que han apoyado la prohibición de los toros ha sido decisivo. Que bueno ese perfil progresista de los socialistas, se dice.
El parlamentari se duerme placidamente. En su mente, sus últimos pensamientos son para aquel joven que le ha abrazado a la salida del Parlament, y ya dormido, tiene un extraño sueño:
El ambiente es sofocante pero festivo, una música de verbena inunda el aire y una voz estridente y trasnochada, como de NODO, suena llenando el espacio: "...Precario y eventual, largo de formación y escaso de alternativas, el currito embiste con bravura contra el capote, rojo y gualda, que le muestra el diestro. El ejemplar, magnífica muestra de las ganaderías del Sur de España, se acerca a las tribunas de sombra, desde donde aplauden la faena los señores delegados de la Caixa, del grupo AGBAR y el honorable President. Ondean al aire las banderillas del IVA que zetapito, el niño de Valladolid, le ha clavado con maestría. Tres hermosos pases de pecho, dos descuelgues de convenio, un despido procedente y una hermosa media verónica en ETT, cierran una faena extraordinaria. Brilla el sol, y se acerca ya el picador sobre la arena..." el toro mira, debilitado y confuso al durmiente parlamentari. Es Sergi, el chaval de la coleta, pero en el sueño no sabe que es un toro, ni que lo están toreando. Lejos de sentirse culpable, el parlamentari, para quien el chaval al que ha abrazado es sólo un número más en las cuentas de ABERTIS, se vuelve en la cama y sigue soñando.Sergi también duerme.
NOTA: que no se lie nadie. Me preocupa tanto la desigualdad y la explotación que no se lo que opino sobre las corridas de toros.
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