Romper el miedo

Toda la clase trabajadora española estamos en deuda con unos centenares de adolescentes.

El pueblo sabe que sus gobernantes no son justos; el pueblo intuye que "no les representan". Entonces al poder sólo le queda el miedo para mantener la obediencia.

Miedo a perder la casa, encadenados a la hipoteca por una ley injusta y que desconocíamos.

Miedo a perder el trabajo, a la reducción de sueldo o al traslado forzoso, gracias a reformas laborales draconianas

Miedo a que la protesta nos lleve a ser detenidos, golpeados, arrastrados y multados, como los chavales del Lluis Vives, en Valencia

El régimen político que utiliza el miedo como arma de control de la población tiene un nombre. No se llama democracia. Se llama terror. Terror de Estado.

Si dejamos que el miedo nos paralice, nos convertiremos en legión de siervos sumisos. Para romper el miedo: Solidaridad, conviccióny esperanza. Es la lección que nos están dando los alumnos del Lluis Vives. Toda la clase trabajadora española estamos en deuda con unos centenares de adolescentes.

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