Granada: 4 muestras de neofascismo en una semana

Terminamos una semana terrible.En los últimos 7 días se nos han acumulado los siguientes hechos:
  • Un juez con pasado franquista ha detenido en Madrid a unos artistas de Granada por una obra de teatro con marionetas. Por ahora la broma ya les ha costado pasar 5 días de cárcel.
  • El neonazi con antecedentes violentos que amenazó a la exconcejala de IU Maite Molina, anunciándole que "amanecería en cal viva en una cuneta", se va de rositas con una multa de 120€ tras estimar el aparato judicial que los hechos no eran constitutivos de delito, sino una mera falta.
  • Un joven denuncia haber sufrido una paliza en plena calle por el mero delito de ser diferente, de ser transexual. Mientras recibía patadas por todo el cuerpo, tuvo que escuchar que "si Franco estuviera vivo te fusilarían"
  • Aparece llena de pintadas la sede de IU en el Padul, con abundante ostentación del equivalente hispánico de la cruz gamada: el yugo y las flechas que gustaban lucir quienes asesinaban impunemente "rojos" por nuestras calles hace taqn sólo un par de generaciones.
Esto último, obviamente, es lo de menos, comparado con las graves consecuencias personales que han vivido las personas de los otros elementos expuestos. Está en otra escala de magnitud. Especialmente, frente a lo que le ha tocado sufrir al chico transexual, al que le mando toda mi solidaridad.

Es casualidad la concatenación de estos hecho, pero es una casualidad que se hace posible porque este tipo de cosas son cada vez más frecuentes. Porque el fascismo va, lentamente, creciendo en nuestra sociedad. Alrededor nuestro.

Demasiada gente está llena de ira. Se sienten desaprovechados, desperdiciados, minusvalorados, agredidos de forma impersonal por un sistema que les niega el acceso a la felicidad más elemental de realizarse personlamente mediante un empleo y un proyecto de vida... de entre esa gente, la más crítica y segura de sí misma, reacciona analizando el sistema e incorporándose (siquiera anímicamnete) a la militancia política en la izquierda que denuncia la degeneración del régimen y la necesidad de transformarlo.

Pero hay otro perfil: chavales jóvenes con graves carencias que caen seducidos por el discurso de que "el culpable es el otro" No el poderoso; no el que reparte los privilegios y el que hace las normas, sino el que tenemos al lado. El que se parece a fin de cuentas mucho a ti y, de alguna manera, te parece que se cree que tú no eres mejor que él... y entonces crece un sentimiento de odio que, a fin de cuentas, es menos humillante que la frustración y la impotencia de fondo que le hacen nacer.

Pero al margen de las motivaciones psicológicas de estos nuevos fascistas, debemos reconocer colectivamente que hay quienes están divulgando y cultivando el odio como una verdadera planta venenosa. Una sociedad democrática no puede permitir que estas conductas queden impunes. Pero menos aún (aunque sea menos grosera su manifestación) que sean alentadas, cultivadas, fomentadas, desde el poder institucional o mediático. Cuando a un joven transexual le pegan una paliza, cuando amenazan de muerte a un cargo público, cuando se comete una agresión política, detrás de los autores materiales están los propagandistas y predicadores (láicos o religiosos) que han cargado el cerebro de los energúmenos que al final llevan a cabo la acción.

Quienes cultivan el fascismo deben ser identificados y sancionados de forma contundente. Por eso creo imprescindible que se investigue por presunta prevaricación al juez del caso de los titiriteros, porque salvo que se demuestre lo contrario, se ha utilizado el aparato judicial para perseguir una ideología política.

Otra alternativa sería que esta intensísima señoría, tan celosa de proteger la democracia se personara en Granada a investigar a los neonazis que le han pintado la sede a un partido político, protegido por la constitución... voy a esperar sentado.

Comentarios

  1. A esto tambien puede añadirse la imputación de unos conocidos raperos granadinos (ayax y prok) por una canción contra la policía

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